Campos Miméticos Lagunares: Caroman,LagunaVenecia
“El arte imita la naturaleza”.
A la hora en que la urgencia ecológica coincide con la explosión de las nuevas tecnologías y la mutación de la cultura técnica, la frase de Aristóteles rencuentra toda su actualidad para interrogar la producción en arquitectura. A condición sin embargo de no perder de vista que imitación (mimesis) significa acá, “puesta en resonancia” y no “copia”.
Conviene recordar que el orden de transformaciones de la naturaleza es cíclico, y que la potencia mimética de la arquitectura permite de percibir la manera en el que el mundo terrestre imita, “se mete en resonancia”, con el mundo celeste. Se puede decir que la arquitectura se posiciona de entrada en un campo mimético y que a su vez, es ella quien lo pone en evidencia
Concebida a partir de su partición interna, la arquitectura revela hasta en su epidermis externa, las palpitaciones que la habitan. Los edificios cesan de aparecer como objetos inertes y manifiestan, a través de su interacción con el entorno lagunar, la diversas potencialidades que los atraviesan.
Es por eso que la disposición de esos conjuntos no obedece a las reglas de composición de un master plan, sino a las fuerzas de un campo mimético.
Arnoldo Rivkin – ENSAV